lunes, 7 de octubre de 2013
Asertividad , tipos y ejemplo
Asertividad:
Hay quien considera que asertividad y habilidades sociales son términos sinónimos. Sin embargo, vamos a considerar que la asertividad es solo una parte de las habilidades sociales, aquella que reune las conductas y pensamientos que nos permiten defender los derechos de cada uno sin agredir ni ser agredido.
Pongamos un ejemplo: Usted se sienta en un restaurante a cenar. Cuando el camarero le trae lo que ha pedido, se da cuenta de que la copa está sucia, con marcas de pintura de labios de otra persona. Usted podría:
- No decir nada y usar la copa sucia aunque a disgusto.
- Armar un gran escándalo en el local y decir al camarero que nunca volverá a ir a ese establecimiento.
- Llamar al camarero y pedirle que por favor le cambie la copa.
Este ejemplo ilustra los tres punto principales del continuo de asertividad:
Estilo pasivo Estilo asertivo Estilo agresivo
Ni a) ni b) sean conductas apropiadas en esa situación si lo que pretendemos es reducir nuestro estrés.
Estas formas de comportarnos nos hace a veces ineficaces para la vida social, generandonos malestar. Sin embargo, como cualquier otra conducta, es algo que se puede ir aprendiendo con la práctica.
Una de las razones por la cual la gente es poco asertiva, es debido a que piensan que no tienen derecho a sus creencias, derechos u opiniones. En este sentido, el entrenamiento asertivo no consiste en convertir personas sumisas en quejicas y acusadoras, sino a enseñar que la gente tiene derecho a defender sus derechos ante situaciones que a todas luces son injustas. Expongamos aqui una serie de ideas falsas y el derecho de la persona que es violado:
- No hay que interrumpir nunca a la gente. Interrumpir es de mala educación.
- Usted tiene derecho a interrumpir a su interlocutor para pedir una explicación. - Los problemas de uno no le interesan a nadie más y no hay que hacerles perder el tiempo escuchandolos.
- Usted tiene derecho a pedir ayuda o apoyo emocional. - Hay que adaptarse a los demás, si no es posible arriegarnos a perder una amistad.
- Usted tiene derecho a decir "NO". - Cuando alguien tiene un problema hay que ayudarle.
- Usted tiene el derecho de decidir cuando prestar ayuda a los demás y cuando no.
Los casos en los cuales no es aconsejable defender nuestros derechos en ese preciso momento son aquellos en los cuales corremos peligro de agresión física o violemos la legalidad (ej. "Skin-heads" que nos insultan por la calle o superior que nos arresta en el ejercito). Recuerde: para todo hay un momento, y saber encontrar el momento adecuado para decir las cosas es también una habilidad.
Hay muchas técnicas para ser asertivos. Una de las técnicas que mejor funcionan es desarmar antes al otro con un cumplido o un reconocimiento de su labor, de su persona o de su tarea, para después pasar a expresar lo que necesitamos.
Vamos a ver un ejemplo ilustrativo de lo que queremos decir:
Vamos a ver un ejemplo ilustrativo de lo que queremos decir:
- Mujer: "Paco, ¿podrías ir a recoger a los niños al colegio?, tengo aun que preparar la lección para mañana y creo no medará tiempo."
- Marido: "Los siento María, pero acabo de volver del trabajo y estoy muy cansado, ve tu."
- Mujer: "Se que estás muy cansado, normal porque te esfuerzas mucho en tu trabajo. Tu jefe debería de darse cuenta de eso y no cargarte con tantas tareas. Pero te pido el favor de que recojas los niños, ya que tengo que hacer este trabajo para mañana. Luego podremos descansar."
En este ultimo ejemplo se defienden los propios derechos (derecho a pedir ayuda y a expresar las opiniones) sin vulnerar los derechos del otro, puesto que no hay ningún tipo de orden, menosprecio o agresividad hacia la otra persona. Ser sertivo es expresar nuestros puntos de vista respetando el de los demás.
RECUERDE: Ser asertivo no significa querer llevar siempre la razón, sino expresar nuestras opiniones y puntos de vista, sean estos correctos o no. Todos tenemos también derecho a EQUIVOCARNOS.
Tipos de comportamiento Asertivos:
Hay tres tipos de comportamiento según la asertividad: el inhibido o pasivo, el asertivo y el agresivo. La persona asertiva es la que es capaz de defender sus ideas y derechos sin pasar por encima de los otros, sabe expresarse y es responsable de sus acciones. Éste sería el comportamiento ideal, que lleva a unas mejores relaciones con las otras personas y unaautoestima más alta. En los otros dos extremos tenemos estos dos tipos de comportamiento:
- Inhibido o pasivo:
- Estas personas suelen caracterizarse por tener un tono de voz bajo e inseguro y evitar el contacto visual con los demás.
- Es la persona que hace todo lo que le dicen sin importarle lo que él piensa o siente.
- Toma sus decisiones por impulsos o por miedo a la opinión de los demás.
- No es capaz de defender sus derechos.
- Se siente incapaz de resolver los problemas.
- Se siente inferior en las relaciones con otras personas. Los demás le manipulan.
- No defiende sus opiniones ni sentimientos y deja que los demás le pasen por encima o les ignoren, por lo que se siente desgraciado.
- Ventajas de este comportamiento: No reciben el rechazo de los demás.
- Desventajas: Los demás se aprovechan de él. Vive siempre en función de los otros y sus deseos siempre están en segundo plano por lo que acumulan resentimiento.
- Agresivo:
- Se caracteriza por tener un tono de voz alto, movimientos rápidos y bruscos, mirada fija y agresiva…
- Usa la pelea, las acusaciones o las amenazas.
- Siempre intenta imponer sus decisiones y derechos, sin importarle los demás.
- Actúa haciendo que los demás se sientan inferiores. Le gusta manipular y controlar a las personas de su alrededor.
- No es capaz de expresar abiertamente sus sentimientos de una forma que no sea agresiva ya que lo considera un síntoma de debilidad.
- Ventajas: Los demás no se meten con él y muchas veces consigue lo que quiere.
- Desventajas: Nadie quiere relacionarse con ellos.
Aunque pueda no parecerlo, ambos tipos de comportamiento son síntomas de una autoestima baja. Tanto el inhibido como el agresivo se comportan así porque no se sienten seguros de sí mismos y no tienen la capacidad de luchar por sus opiniones y derechos de una forma responsable y madura. El inhibido actúa siguiendo siempre los deseos del otro para no sentir el rechazo y el agresivo intenta quedar siempre por encima para no sentirse inferior pero son ambas caras de la misma moneda: personas que no están seguras de sí mismas, que no son capaces de expresarse y que no saben actuar en sus relaciones con los demás como iguales.
Por ultimo un ejemplo de Asertividad:
Veamos ahora una situación en la que un empleado (Luis) de la cocina de un restaurante quiere hacerle una crítica a un compañero (Pedro):
• LUIS: Pedro, me gustaría hablar contigo un momento
• PEDRO: Venga, dime. ¡Rápido que hay mucho que trabajar!
• LUIS: De eso precisamente quería hablarte; verás, hace un tiempo que pienso que nosotros dos podríamos organizarnos mejor, para que el turno de noche, que es el mío, no se viera tan cargado de trabajo.
• PEDRO: ¿Qué pasa? ¿Ahora resulta que tú trabajas más que yo?
• LUIS: ¡No, hombre! Yo no he dicho que trabaje más que tú. Lo que te quiero comentar es sobre el tema de la limpieza. Verás, últimamente vengo notando que cuando el turno de noche entra, la cocina no está del todo limpia; por ejemplo, alguna basura, como las botellas y los botes no la tiráis, y ocupan mucho sitio, por lo que tenemos que tirarlas nosotros; y muchas veces ocurre que algunas sartenes y ollas no están limpias, y nosotros tenemos que limpiarlas antes de ponernos a cocinar, y eso nos enlentece un poco.
• PEDRO: Oye, oye, que yo hago mi trabajo lo mejor que puedo; además, ya sabes que por la noche hay que limpiarlo de nuevo todo, así que si se queda algo no pasa nada.
• LUIS: Perdona, Pedro, estoy segurote que tú haces el trabajo lo mejor que puedes. Solamente estoy planteándote una necesidad que tenemos los del turno de noche. Necesitaríamos que tratarais de tirar toda la basura y dejar todas las sartenes y ollas limpias, para así poder trabajar mejor. Y con respecto a lo de que luego hay que limpiarlo todo de nuevo, te recuerdo que el dueño del restaurante nos pidió que tanto en el turno de comidas como en el de cenas la cocina se quedara completamente recogida y limpia
• PEDRO: ¡Pero bueno, esto es el colmo! ¡Dándome lecciones!
• LUIS: (Sin levantar el tono de voz) Pedro, creo que me estás malinterpretando; no te estoy dando lecciones; estoy hablando con un compañero de trabajo sobre algo que me incomoda, para que busquemos una solución. Y hablo contigo porque creo que eres una persona con la que se puede dialogar
• PEDRO: Mira, es que el ayudante que hay en el turno de comidas es muy lento, y muchas veces acaba el turno sin que esté todo limpio. Y yo no me voy a quedar más tiempo para hacer el trabajo de los demás
• LUIS: ¿Y has probado a hablar con él?
• PEDRO: No, la verdad es que no
• LUIS: Podrías comentárselo; dile que no se puede ir hasta que no quede toda la cocina recogida y limpia y la basura tirada; es probable que se dé más prisa.
• PEDRO: Bueno, probaré.
• LUIS: Te lo agradezco mucho. Ya verás como el chico terminará a tiempo; realmente no se le está pidiendo un gran cambio. Y para nosotros puede ser estupendo. Gracias de verdad, tal y como pensaba, contigo se puede hablar.
Luis ha expuesto su petición a Pedro sin alusiones personales, y haciendo hincapié en las consecuencias negativas que tiene para el trabajo la costumbre que tiene el turno de Pedro; y no ha perdido el control emocional cuando Pedro ha comenzado a enfadarse; se ha centrado en el problema en sí. Y lo que es más importante, ha aportado una posible solución.
Empatia y una historia de amor que lo refleje.
Empatía
Esta palabra deriva del término griego empátheia, recibe también el nombre de inteligencia interpersonal (término acuñado por Howard Gardner) y se refiere a la habilidad cognitiva de una persona para comprender el universo emocional de otra.
Antes de continuar será necesario separar dos conceptos que a veces se confunden, empatía y simpatía. Mientras el primero hace referencia a una capacidad, el segundo se refiere a un proceso absolutamente emocional que posibilita que percibamos los estados de ánimo del otro, pero no exige que los comprendamos.
La Inteligencia emocional es el sistema en el que se engloban todas las habilidades relacionadas con la comunicación entre el individuo y los sentimientos (ya sean propios o ajenos). Está compuesta por cinco destrezas: autoconciencia (comprender el origen de los sentimientos), control emocional (aprender a canalizar positivamente las emociones), motivación (encontrar razones para la superación y tener la capacidad de motivar a otros), manejo de las relaciones (relacionarse sanamente, respetando a los otros y haciéndose respetar). La empatía, es la quinta habilidad, y es la que nos permite percibir los sentimientos de los otros y hacer que se sientan menos solos. No es un don, todos podemos desarrollarla si lo deseamos, basta con abrir la mente e intentar captar la vida del otro desde su perspectiva y no desde nuestros ojos.
Para que la empatía exista es necesario que se dejen a un costado los juicios morales y los fenómenos de raíz afectiva (simpatía, antipatía); de tal modo que se pueda tener una actitud comprensiva pero no de compasión frente a la circunstancia del otro. Consiste en el esfuerzo de carácter objetivo y racional para llevar a cabo proceso de comprensión intelectual que permita comprender los sentimientos del otro. Por estas razones, es una de las herramientas que aprovechan los psicólogos en su tarea profesional para acercarse a sus pacientes.
En otras palabras, la empatía permite hacer referencia a la capacidad intelectiva de todo ser humano para vivenciar la forma en que otro individuo siente. Esta capacidad puede desembocar en una mejor comprensión de sus acciones o de su manera de decidir determinadas cuestiones. La empatía otorga habilidad para comprender los requerimientos, actitudes, sentimientos, reacciones y problemas de los otros, ubicándose en su lugar y enfrentando del modo más adecuado sus reacciones emocionales.
Resulta interesante resaltar que el desarrollo de la empatía exige un cierto nivel de inteligencia: por eso, quienes son diagnosticados con síndrome de Asperger, autismo o padecen algunas psicopatías carecen de esta habilidad cognitiva. Las personas con empatía, destacan los expertos, tienen la capacidad de oír a los demás y de comprender tanto sus problemas como cada una de sus acciones.
Desarrollar la empatía
Cuando una persona se siente sumamente angustiada y al ver a otra su estado de ánimo cambia rotundamente por el sólo hecho de estar con ella, experimenta la sensación de empatía. Para ello no es necesario que ambas personas vivan las mismas experiencias, sino que una de ellas tenga la capacidad de captar los mensajes no verbales, y también los verbales, que el otro transmite y de hacer exactamente lo que el otro necesita para sentirse comprendido de una forma única.
Un problema común que se presenta cuando dos personas intentan comunicarse, es que cuando una de ellas debe expresar sus sentimientos se retrae, evita el tema o simplemente intenta hacer un chiste que derive la conversación a un espacio donde pueda sentirse segura. Esto ocurre porque esa persona experimenta lapresencia de ciertas barreras que se interponen entre ella, los sentimientos, y la otra persona.
Los elementos externos que influyen para que una persona no pueda expresarse, además de sus barreras internas, tienen que ver con la reacción que espera que el otro pueda tener. Para conseguir una buena relación empática es fundamental que al encontrarnos frente a una persona que nos expresa sus sentimientos evitemos las siguientes actitudes:
*Restarle importancia a aquello que lastima o preocupa a esa persona, buscando el modo de ridiculizar los sentimientos que tiene y de imponer razones para no sentir de esa forma;
*Predisponerse a la conversación con prejuicios, analizando lo que el otro manifiesta en base a nuestras ideas, acercándonos a él con un velo de creencias e ideas;
*Utilizar frases como “así no vas a lograr nada”, “¿por qué siempre terminás haciendo lo mismo?”, “etc”;
*Tener sentimientos de compasión para con el otro;
*Mostrarse como un ejemplo positivo, comparando la situación del otro con una experimentada por nosotros con anterioridad;
*Otras actitudes semejantes.
*Restarle importancia a aquello que lastima o preocupa a esa persona, buscando el modo de ridiculizar los sentimientos que tiene y de imponer razones para no sentir de esa forma;
*Predisponerse a la conversación con prejuicios, analizando lo que el otro manifiesta en base a nuestras ideas, acercándonos a él con un velo de creencias e ideas;
*Utilizar frases como “así no vas a lograr nada”, “¿por qué siempre terminás haciendo lo mismo?”, “etc”;
*Tener sentimientos de compasión para con el otro;
*Mostrarse como un ejemplo positivo, comparando la situación del otro con una experimentada por nosotros con anterioridad;
*Otras actitudes semejantes.
Con esta forma de actuar lo único que se consigue es que la persona afligida se aleje, que se esconda en su cascarón y que se plantee la posibilidad de no volver a tocar ese tema con ese individuo. Para que entre ambos se desarrolle una relación de empatía es necesario que el interlocutor se olvide de sí mismo y de sus principios e intente acercarse al mundo del otro, como si intentara aprender un idioma desconocido.
Antes de terminar, querríamos aclarar la verdadera importancia que tiene en un individuo el poder hablar acerca de sus sentimientos, una herramienta imprescindible para vivir en sociedad. Aprender a poner en palabras lo que se siente es algo que debe aprenderse en lainfancia y es fundamental para conseguir una buena comunicación emocional. Son los padres los que deben ayudar a sus hijos pequeños a descubrir y entender sus propios sentimientos y los de los demás. Aquellos que no puedan expresar cómo se sienten, difícilmente puedan desarrollar una verdadera empatía con alguien de su entorno, porque no podrán captar el mundo desde un punto de vista sensitivo.
Tipos de asertividad y ejemplo de ellos:
ASERTIVIDAD POSITIVA
“Me gustó mucho lo que me dijiste el otro día”
RESPUESTA ASERTIVA ELEMENTAL
“No me grites, por favor, observa que yo no lo estoy haciendo...”
RESPUESTA ASERTIVA EMPÁTICA
“Entiendo tus razones pero...”
RESPUESTA ASERTIVA ESCALONADA
“Por favor, no me interrumpas...”
“¿Puedes no interrumpirme, por favor, ya te lo he dicho antes?”
“Te pedí hace rato que no me interrumpieras y no me has
respetado”
RESPUESTA ASERTIVA SUBJETIVA
“Cuando tú dices.......... yo me siento...............Por eso preferiría que tú.................”
RESPUESTA ASERTIVA ANTE LA AGRESIVIDAD
Oye, creo que así no vamos a ninguna parte, ¿por qué no nos sentamos y
hablamos más despacio...?
Si me gritas te entiendo peor todavía...
Como no me dices nada en concreto, no sé a qué atenerme.
Si usas ese tono de voz, no tendré otro remedio que dejarte con la
palabra en la boca y marcharme de aquí. 2
Técnicas asertivas
DISCO ROTO: repetir el mismo argumento sin entrar en discusiones ni
provocaciones.
BANCO DE NIEBLA: dar un margen de posibilidad a sus razones para ganar
tiempo pero reservándonos la última decisión para un momento en que está más
seren@.
“Sí, es posible que tengas razón,”
APLAZAMIENTO ASERTIVO: para personas indecisas, combinamos la
anterior y aplazamos la decisión:
”Sí, es posible que tengas razón, déjame pensarlo...”
PROCESAR EL CAMBIO: desplazamos el foco de la discusión hacia el
análisis de lo que está ocurriendo entre los dos, tratamos de mirarnos “desde
fuera”:
“Mira, creo que nos estamos saliendo del tema, fíjate como reaccionamos,
estamos sacando trapos sucios que no guardan relación con el tema porque, si
lo miras bien, tampoco es para tanto, no te parece?”.
IGNORAR: sólo cuando estamos seguros de que el otro no tienen ninguna
intención de reconocer nada y tememos que todo acabe en palabras más fuertes.
ACUERDO: separa la actitud de la persona, el “hacer” del “ser”:
“Mira tienes razón en que hoy no he sido puntual, aunque me reconocerás que
normalmente suelo serlo, ¿eh?”
PREGUNTAS ASERTIVAS: responden al viejo dicho de “convertir al
enemigo en aliado”, consiste en pensar en la buena intención del otro y dirigirle
una pregunta que le confirme nuestra certeza de su buena voluntad:
“Oye, quiero saber qué es exactamente lo que te irrita de mi
conducta, cómo crees que podemos solucionar este problema”
REDUCCIÓN DE LA ANSIEDAD: control de la tensión, respiración, etc.
“HUELGA”: Decido no cumplir alguna de las funciones de mi papel familiar
hasta que no se me reconozca.
“RATOS PARA MÍ MISMO”: en cada momento de tensión agresiva busco un
rato de descanso antes de tomar una decisión: “En tiempo de desolación mayor
paciencia / no hacer mudanza“ (Ignacio de Loyola)
Historia de amor que lo refleja:
David Stevens celebró la boda de su hermano en marzo de este año. Fue un día lleno de felicidad para él, al poder contemplar cómo un ser querido se unía por fin con el hombre de su vida. Pero la reacción de algunos ante un matrimonio entre personas del mismo sexo no fue de felicidad, sino de rechazo. David fue capaz de ponerse en el lugar de quienes son objeto del fanatismo y reflexionar sobre el dolor, el rechazo y el aislamiento que a diario sufren las personas LGTB.
David cree que su hermano es “brillante, divertido y amable”. El día que salió del armario con él lo considera como uno de los más importantes de su vida, y la confianza que eso suponía como uno de los mayores regalos que le han podido ofrecer. David quiso a su futuro cuñado en cuanto se lo presentaron, porque su hermano le había elegido y para él eso era suficiente. Pero además, después de conocerle más profundamente, también cree que es “brillante, divertido y amable”. Un hombre que ha estado al lado de su hermano firmemente en los momentos difíciles, como cuando se enfrentó a un cáncer potencialmente mortal que le costó la visión del ojo izquierdo.
La boda “fue una ceremonia maravillosa, en la que tuve el honor de estar junto a mi hermano, apoyándole en sus votos. Mis ojos se llenaron de lágrimas, como siempre lo hacen en las bodas. Tuve la dicha de ver a dos personas comprometiéndose a compartir su vida juntos. Mi corazón se llenó de gozo”.
Y David, como tantos otros, compartió en su cuenta de Facebook las fotografías de esa boda maravillosa que otros iban subiendo. Lo que no esperaba era la respuesta de unos de sus amigos de la red social:
“Hola, David, te voy a quitar de mi lista de amigos… ¡Lo siento, pero tu último mensaje ha sobrepasado los límites! ¿Los homosexuales se unen en ‘santo’ matrimonio?… ¡no lo creo! La Biblia habla en contra de la homosexualidad y deja muy claro que la santidad del matrimonio es entre un hombre y una mujer. Que los homosexuales se unan en santo matrimonio no es más que una bofetada para los que han elegido creer en la Palabra de Dios. Solo te estoy quitando como amigo para no tener que volver a leer tus cosas en contra de Dios… ¡no es nada personal! “.
El remitente era un predicador baptista que David conocía desde hacía años, al que respetaba por su dedicación a la familia y con quien debatía de vez en cuando sobre asuntos morales. La respuesta le sorprendió y le dolió. David le hizo llegar su desacuerdo y su decepción, aunque finalmente se alegró de no tener que soportar en el futuro su fanatismo.
Pero la respuesta también le sirvió de reflexión. ¿Y si en vez de la boda de su hermano hubiera sido la suya? ¿Y si en vez de un conocido más o menos lejano, hubiera sido alguien más próximo, incluso un familiar querido? La historia y la emocionada reflexión nos la contaba en su blog:
“¿A cuántos millones de chicos homosexuales (y de adultos) les ha ocurrido exactamente lo mismo? ¿A cuántos millones más en el futuro? Lo siento. Lo siento por todo ese dolor. Lo siento por todo ese rechazo. Lo siento por todo ese aislamiento.
Soy heterosexual. Tan heterosexual como se puede ser. Y estoy de tu lado. Si pudiera cargar con ese dolor por ti, lo haría.
Te quiero. Si eres gay, me parece maravilloso, y me alegro por ti sinceramente. Te deseo todo el amor y la felicidad posibles en este mundo.
Si eres heterosexual, me parece maravilloso, y me alegro por ti sinceramente. Te deseo todo el amor y la felicidad posibles en este mundo. Pero te exhorto a imaginar que lo descrito anteriormente ocurre contigo siendo el objeto de rechazo. Imagínate que las personas más cercanas a ti te dicen, en esencia, ‘eres fundamentalmente defectuoso y no quiero tener nada que ver contigo’. Nuestros hermanos y hermanas LGBTQ se enfrentan a eso todos los días. Por favor, no lo olvides nunca.
Esa pobre alma equivocada ya no está en mi vida. Y eso está bien. Mi hermano y su marido todavía siguen aquí. Salí con mi hermano hace unas semanas, y fue genial. Es brillante, es divertido y es amable. No podría estar más orgulloso de poder llamarle hermano. Le quiero, y el amor gana. Y punto”.
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